2. Jarabe de agave
El jarabe de agave es normalmente recomendado como un substituto de azúcar. Hay gente que dice que el jarabe de agave es más saludable que otros substitutos de azúcar que hay en el mercado porque el jarabe de agave es de origen natural. Pero la realidad es que lo único natural era la planta de la que originalmente provenía el jarabe, no el jarabe en cuestión.
El jarabe de agave es el producto final de un largo proceso químico, y va contener entre 70 a 90% fructosa. Hasta el jarabe de maíz que todos “odian” no contiene tanta fructosa, con un 55% de fructosa. Y a diferencia de la fruta, la cual contiene fibra que desacelera los efectos de la fructosa en nuestro cuerpo, el agave no tiene.
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